Año 1953
La historia transcurre en un barrio del sur de la ciudad de Buenos Aires, Barracas, PH, departamento alquilado, dos piezas, una cocinita, baño, living comedor y un patiecito cubierto por una Santa Rita. Ahí viven las hermanas Cruz, Celia y Delia, Herminda, la menor de las tres. Oriundas de Blaquier, pueblo distante 500 km. de la gran urbe, recalan en la Ciudad en busca de un mejor porvenir y de un trabajo digno y respetable.
La dos primeras, corridas también por los abusos de un padre sin escrúpulos que después de la muerte de su esposa al nacer Herminda, toma como reemplazo a las dos mayores, sometiéndolas sexualmente durante años, provocando así la huída de éstas en cuanto tuvieron la posibilidad de hacerlo. Años más tarde le tocó el turno a Herminda, que sin haber sido abusada, igualmente huyó de aquel infierno chico que la agobió durante su niñez y adolescencia.
Hoy viven juntas en ese departamento al sur. Años pasaron hasta que se volvieran a encontrar las tres. Celia y Delia obreras orgullosa de la Fabrica Argentina de Alpargatas, dan con una Herminda distinta a ellas, joven, vigorosa y con ambiciones diferentes. Resentida por haber sido abandonada con semejante padre, las enfrentará en todos los terrenos, morales, ideológicos y hasta sexuales, llevándolas a un replanteo de su existencia.
Paralelamente a esta historia, las hermanas Cruz, no escapan a los momentos políticos y sociales, y el radioteatro “No hay rejas para el amor” está metida en sus vidas como una realidad más. Se comparan, las conmueve y las excita. Se mezcla con lo cotidiano y sus personajes pasan a formar parte de su realidad al punto de confundirse con ella.
La ficción transformada en realidad para hacer más soportable su existencia.
A pesar de la vida en común, las tres sienten mundos diferentes, Celia es lesbiana y ha encontrado en la suavidad de la relación con las mujeres lo opuesto a la brutalidad del padre y su reivindicación sexual, Delia, atractiva y provocadora, por el contrario es de sí fácil y busca en los hombres al macho poderoso que la pueda someter complacientemente, Herminda, también de una gran sexualidad y belleza, trata de usar sus encantos para acomodarse mejor y poder escalar socialmente. Todas vivirán una época social controvertida, donde la mujer comienza a tener un protagonismo no alcanzado hasta el momento, surcado por el sindicalismo, el peronismo sin Evita, y las reivindicaciones de la mujer.
El momento político social, los valores humanos, los abusos paternos, la compleja relación de las tres hermanas y la fantasía entremezclada en lo cotidiano como complemento imprescindible de sus vidas, quiere romper con lo predicho y poder cumplir con
sus quimeras.
Celia, Delia y Herminda, recorren este arduo y difícil camino hasta separarse,
pero luego se cierra el círculo y a pesar de las diferencias, el afuera las
vuelve a juntar en el mismo lugar donde se encontraron la última vez:
el PH alquilado en el sur de la ciudad, Barracas, en el que seguirán persiguiendo sus sueños.